Mordida abierta
Una mordida abierta es una patología en la que no hay un cierre completo de los dientes superiores e inferiores. Esta es una de las formas más graves de anomalía encontrada en la ortodoncia. Una mordida abierta es más común en niños.
- En adultos, la incidencia de anomalías no supera el 2% de todos los pacientes.
- En el 20% de los casos, la patología se encuentra en bebés menores de un año.
- En un niño de seis años, las posibilidades de tener una mordida abierta caen al 6% y disminuyen drásticamente en veintisiete años.
Además del aspecto estético, una mordida abierta conlleva un riesgo potencial para la salud:
- Puede ser una causa de discapacidad del habla y provocar el desarrollo de enfermedades otorrinolaringológicas.
- El cierre incompleto de las mandíbulas contribuye a la masticación insuficiente de los alimentos, cuyas consecuencias conducen a la interrupción del funcionamiento del tracto gastrointestinal.
Especie
Hay varios tipos de mordida abierta:
- Frente mordida abierta. Este tipo de anomalía es más común. La mordida abierta frontal puede manifestarse independientemente o estar asociada con otras enfermedades.
- Una mordida lateral abierta, que es menos común, puede ser unilateral o bilateral.
Durante mucho tiempo, los ortodoncistas no han podido proporcionar un tratamiento efectivo para dichos pacientes.
Hasta la fecha, la odontología tiene varios métodos para corregir la oclusión.
Desde el punto de vista de la causa, se distinguen dos tipos de anomalías:
- Bocado abierto verdadero o desvencijado.
- Mordedura falsa o traumática.
Mordedura abierta raquítica (verdadera)
Esta es la forma más grave de maloclusión. Con una verdadera mordida, el tratamiento es bastante difícil y muy lento, ya que hay cambios en la estructura de la mandíbula. Síntomas
- Un paciente con esta anomalía tiene dificultad para respirar y hablar.
- No hay posibilidad de morder la comida, es difícil masticarla.
- La cara del paciente está deformada, la boca está abierta, como resultado, la membrana mucosa de la boca se seca constantemente.
Mordida abierta traumática
Este tipo de mordida es más característico de los dientes primarios.
- Se puede formar una mordida abierta como resultado de la pérdida de uno o más dientes o como resultado de un mal hábito como chuparse los dedos o los juguetes.
- Si la anormalidad no se corrigió antes de la aparición de dientes permanentes, entonces puede ser necesario un tratamiento de ortodoncia más complejo.
- Además, se puede requerir la ayuda de un periodoncista.
Diagnósticos
El diagnóstico se basa en los siguientes síntomas:
- El proceso de morder y masticar comida es difícil. El papel principal pertenece al lenguaje, que participa en la formación de la masa de alimentos.
- Hay una violación de la articulación y dificultad para pronunciar ciertos sonidos.
- Se observa deglución infantil o infantil.
- La membrana mucosa de la boca a menudo se seca demasiado, ya que es difícil respirar por la boca.
- Los labios a menudo se cierran herméticamente para ocultar el defecto.
La gravedad de los síntomas y el grado de su manifestación depende de la distancia entre los dientes:
- Con un tipo abierto de mordida de 1 grado, la distancia no supera los 5 mm.
- Con 2 grados de severidad - 9 mm.
- Con 3 grados - 9 o más mm.
El signo diagnóstico de una mordida abierta también es la cantidad de dientes abiertos.
- Si se desarrolla una anormalidad bajo la influencia de malos hábitos, una maloclusión puede volverse transversal o asimétrica.
- La mordida cruzada, por ejemplo, puede ser el resultado de un hábito tan malo como chuparse el dedo en la infancia.
- Un muñeco común también puede causar la formación de una mordida abierta en un niño. Por lo tanto, el proceso de selección de un maniquí debe ser muy completo.
Video: "Corrección de mordida"
Razones
Entre las razones que influyen en la formación de una mordida abierta, podemos nombrar las siguientes:
- Herencia adversa.
- Patología congénita del feto.
- Enfermedades virales o infecciosas pasadas durante el embarazo.
- Llevado por un niño raquitismo.
- La presencia de malos hábitos en el bebé, como por ejemplo: chupar juguetes, dedos, etc.
- Posición incómoda de la cabeza y el torso del niño durante el sueño (inclinación de la cabeza).
- Lesiones en la mandíbula.
Factores que contribuyen al desarrollo de anomalías:
- Exposición inadecuada al sol.
- Desnutrición del niño.
- Inadecuada actividad motora, descuido del ejercicio.
- La presencia de disbiosis.
- Al realizar una terapia anticonvulsiva, como resultado, se mejora la excreción de vitamina D del cuerpo.
- Violación de los procesos metabólicos en el cuerpo.
- Enfermedades de los riñones y el hígado, en las que se mejora la excreción de vitamina D.
- Mala ecología
Antes de comenzar la corrección de la mordida, es necesario eliminar los factores anteriores.
Tratamiento
Es aconsejable comenzar el tratamiento de una mordida abierta en niños menores de tres años con medidas destinadas a prevenir la aparición de anomalías. A una edad temprana, la prevención es una medida bastante efectiva. Los dentistas recomiendan:
- En la primera etapa, durante la formación de una mordida de leche en un niño, es necesario eliminar los malos hábitos, enseñarle a respirar adecuadamente por la nariz y normalizar la posición en la boca de la lengua del niño.
- Realizar miogimnasia dirigida a fortalecer los músculos circulares de la boca.
- Incluya alimentos sólidos en la dieta de su hijo.
- Saneamiento oral oportuno y tratamiento de dientes deciduos.
- Tratamiento de ortodoncia con gorro y entrenadores hasta que el niño cumpla trece años. Estas medidas están destinadas a corregir el crecimiento y el desarrollo de los huesos de la mandíbula.
- Durante la formación de una mordida abierta permanente, lo más efectivo es la corrección de la anomalía con aparatos ortopédicos.
- En casos complejos descuidados, la maloclusión solo puede corregirse quirúrgicamente.
Aparatos utilizados para el tratamiento.
Las siguientes estructuras se utilizan con mayor frecuencia para corregir anomalías:
- Un plato con un obturador para la lengua.
- Dispositivos que impiden la ubicación de la lengua entre la dentición.
- Al final de la mordida de reemplazo, se utilizan sistemas de soporte.
No menos efectivo es el uso de construcciones extraorales.
Prevención
La prevención de la maloclusión en un niño debe comenzar desde una edad muy temprana.
Para esto, los médicos recomiendan las siguientes acciones:
- Monitoree la respiración del bebé. Es necesario tratar oportunamente las enfermedades del oído, la garganta y la nariz. No permita que el niño respire por la boca.
- Visite a su dentista regularmente y limpie su boca de manera oportuna.
- Prevención del raquitismo.
- Si hay evidencia, realice una corrección oportuna del frenillo de la lengua.
- En presencia de defectos del habla, visite a un terapeuta del habla.
- Realice ejercicios dirigidos al desarrollo y crecimiento adecuados de los huesos de la mandíbula y los músculos de la boca.
- Eliminación oportuna de los malos hábitos en un niño.
Foto: antes y después del tratamiento.